martes, 18 de marzo de 2008

LA LIBERTAD EN LOS ADOLESCENTES

LECTURA N°. 3. ÉTICA 6° Y 7°

LA LIBERTAD EN LOS ADOLESCENTES

Hoy por hoy nos encontramos inmersos en una sociedad que de muchas formas nos invita a pensar solo en lo fácil, placentero y descomplicado de nuestras acciones, poniendo nuestras formas de pensar como único criterio al momento de actuar, sin tomar en cuenta la opinión de los demás o por lo menos las consecuencias que podemos causar (relativismo). Y todo esto disfrazado de una palabra que no se ha sabido emplear, o más bien se ha manipulado por los intereses personales.

Dicha palabra es la “libertad”, y podemos resaltar de su actual utilización algunos ejemplos como: “Si el cuerpo es mío yo soy libre hacer con él lo que se me de la gana”, “Si la plata es mía yo soy libre para hacer con ella lo que me plazca”, “Si este hijo es mío yo puedo hacer con él lo que yo quiera”, entre otras.

Ahora bien, debemos recordar que cuando hablamos de libertad inevitablemente mencionamos un elemento que la antecede, y que muchas personas olvidan, esto es “el criterio de responsabilidad” que nos permite tener una guía para nuestras acciones en cualquier ámbito de la vida, recordando los ejemplos que hemos colocado con anterioridad: “Cuido mi cuerpo porque soy responsable de mi bienestar físico”, “Administro bien el dinero porque soy responsable de mi futuro y del de aquellos que dependen de mi”, “cuido la vida de un bebé que aun no ha nacido, porque soy responsable de su existencia”… solo cuando anteponemos a nuestros intereses el criterio de responsabilidad estamos viviendo en verdadera libertad, de otro modo nuestra libertad se convertirá en libertinaje.

Y esta última palabra no es en nada libertad, al contrario es signo de estar atado a las modas, los vicios, el que dirán, entre otros.

De esta forma, no somos libres cuando hacemos lo que se nos da la gana, sino cuando realizamos aquello que nos permite crecer como personas y permite que todos los que nos rodean crezcan al lado nuestro, de lo contrario estaríamos hablando de libertinaje y no de libertad.

Ahora bien, por qué hablar de “libertad con responsabilidad” cuando podemos tomar diferentes caminos que nos permitirían tener muchas satisfacciones, y no necesariamente utilizando el criterio de la responsabilidad. Porque es un hecho que cuando optamos por ser responsables encontraremos mayores dificultades en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos. Por ejemplo: cuando decidimos ser responsables en el colegio, nos cuesta más estudiar por cuanto no hacemos copia, realizamos los trabajos a conciencia y no de las formas más fáciles que no nos permiten aprender casi nada; en un noviazgo, si decidimos asumir la relación con responsabilidad nos cuesta ser firmes y no ceder a la tentación de otras propuestas amorosas, amar a la otra persona aun con sus defectos, respetarla y no usarla solo como un objeto de placer; en la familia, ser responsable sería dedicar tiempo a quienes nos aman más, esto es, remplazar en muchas ocasiones la ida a una rumba por quedarse en casa acompañando a mamá, o dejar de comprar ropa nueva, por ahorrar para un mejor utensilio de la familia, querer a nuestros padres aun siendo concientes de sus defectos; y podríamos seguir nombrando elementos en los que se dificulta mucho más ser “libre con responsabilidad”, que hacer las casas sin tener ningún criterio, es decir ser libertino.

No obstante, todas estas dificultades tienen una justificación desde la lógica de la ética, porque aun con todas las barreras que se nos presentan cuando queremos ser libres con responsabilidad, descubrimos que a diferencia del libertinaje, solo el buen uso de nuestro “libre albedrío” podemos crecer como seres humanos y sentirnos realizados como personas.

Crecer como seres humanos es: no estancarse en las mismas situaciones que no nos permiten ser mejor, de tal manera que cada día tenemos la posibilidad de avanzar en nuestro conocimiento intelectual, en nuestro desarrollo espiritual; es abrirnos a nuevos retos cada vez superiores.
Sentirnos realizados como personas es: ser concientes de que tiene sentido nuestra existencia, y que por lo tanto nuestro vida el regalo más precioso que tenemos. Es sentir que cada cosa que realizamos debe tener una razón de ser y por eso la llevamos a cabo con felicidad.